Escuela universitaria de Magisterio «La Salle» en Aravaca

El edificio nace de la necesidad de dotar a la Escuela Universitaria La Salle de los espacios docentes que requieren las nuevas titulaciones.

Se trabaja con un volumen puro, determinado en proporción de planta y alzado por la sección áurea. Los materiales que lo construyen hormigón, vidrio, acero y madera muestran la forma en que ha sido construido. El edificio es un paralelepípedo de vidrio, protegido por paneles de hormigón y viseras de acero cortén y se caracteriza por la precisión en la disposición de cada elemento constructivo. He intentado que en el pabellón de la Escuela Universitaria La Salle, nada sea superfluo y que a la vez todo sea reversible. Las instalaciones se dejan vistas y se busca un cierto refinamiento en la propia definición de los detalles constructivos. Se intenta generar un edificio que como si de un organismo vivo se tratase, fuera capaz de adaptarse al momento que nos ha tocado vivir. Como respuesta a una época abierta al cambio y a la movilidad, se ha planteado un edificio flexible, capaz de evolucionar en función de los requerimientos que imponen las nuevas tecnologías.

A la hora de proyectar el pabellón no hemos sido ajenos al pensamiento que Paul Scheerbart exponía en su libro “Arquitectura de vidrio”, fechado en 1.914:

“Si queremos elevar nuestra cultura a un nivel superior, para bien o para mal, estaremos obligados a transformar nuestra arquitectura, y esto sólo nos será posible si a los espacios que habitamos les sustraemos su carácter cerrado. Esto podemos lograrlo con la introducción de la arquitectura de cristal, que deja que la luz del sol, la luz de la luna y de las estrellas no se filtre sólo a través de un par de ventanas, sino que entre directamente a través del mayor número posible de paredes que sean por entero de cristal. El nuevo entorno que habremos creado de esta forma nos tiene que traer una nueva cultura”.

Info

• 1999-2001
• Madrid, España