Colegio Institución en la calle Romero Basart
El edificio intenta materializar un concepto flexible de la educación. A la hora de proyectar el colegio no se piensa en un alumno estático en el aula, sino en un estudiante que se mueve por el centro y se dirige a espacios dotados específicamente para impartir cada materia. De este modo el problema que se plantea es resolver un edificio contenedor de espacios amplios y luminosos, donde quede resuelta la movilidad del alumnado.
En vez de partir de un único volumen, el proyecto se articula en tres cubos que se giran sensiblemente para adaptarse a la curvatura de la Calle de Valle Inclán, con esta operación geométrica se generan unos volúmenes prismáticos, intersticiales, de planta trapezoidal. Los cubos contienen el programa del centro, los elementos intersticiales resultan fundamentales para resolver la iluminación natural de la planta sótano y alojar tanto los núcleos de escaleras, como los de instalaciones.
El empleo del ladrillo como material de cerramiento exterior permite integrar el nuevo edificio con su entorno urbano. La lectura de los cubos, como elementos independientes, permite un alzado exterior fragmentado, con lo que se consigue no imponer un elemento de gran escala en un entorno cuajado de pequeñas edificaciones.
Info
- 1997-1999
- Madrid, España